Los padres del niño que nació este miércoles en una oficina de empleo, en Madrid, le llamarán Inem. Su madre cocinera nigeriana de 42 años estaba embarazada de 35 semanas cuando se puso de parto. No hubo tiempo de trasladarla a un hospital. En el parto le ayudó una médico psiquiatra brasileña que también esperaba turno para apuntarse en el paro.
El INEM siempre fue sinónimo de colas, agobios y desempleados en busca de trabajo, cursos de formación o tedioso consejo administrativo. Hasta ayer. Inem ahora es el nombre de un precioso bebé de raza negra, de 2,5 kilos, nacido el pasado miércoles en una de las oficinas del paro de Madrid.
Clarice Ikeson, la madre, una cocinera nigeriana de 42 años fue la que eligió el nombre "para que se acuerde de dónde ha nacido" y confía en que esto sea una señal para que encuentre trabajo "rápidamente", que es lo que buscaba en el momento en el que le sobrevino el parto.
Pero lo curioso de la historia no queda ahí. La persona que atendió a Clarice en la oficina, la que le vio romper aguas y ayudó a salir adelante al bebé fue Simone Saurim, una médico brasileña de 33 años, con especialidad en psiquiatría, que también esperaba turno para apuntarse en el paro.
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